EL
PAISA
En el hablao, en el caminao, en la facha
se le conoce a leguas. Cuando está
cerca, se le lee en los ojos antes de
que despegue los labios... Producto superior
estrafalario, exponente el más
"pateperro" y rebuscador de
toda una raza, no digo que planta su tienda,
sino que tiende su ruana o da rienda suelta
a su labia en cualquier parte del mundo
donde haya con quién hablar en
cualquier idioma o dialecto, en último
caso, en letras de mano... Tipo popularísimo
único, sienta sus reales donde
haya modos de hacer un "desenvolate"
relámpago de poner a bailar las
"muelas de Santa Polonia", de
beberse un aguardientico cada... minuto,
de rasgar un tiple, de cantar un bambuco,
de contar un cuento... verde, de hacer
gala de una exageración o de gritar
apenas pasa por cerca de un policía:
-¡Eh, Ave María Purísima,
viva el gran partido liberal!...
También donde haya facilidad de
fijar este cartel, o uno similar: "Se
compran güesos de gallinazos jóvenes,
se arreglan monóculos, se cambean
estribos de cobre por planchas de bapor,
se domestican micos, se laban perros a
domisilio y se REGALAN por 50 centavos
polvos para enamorar a las más
resistidoras! Ausoluta res herba!".
Lo anterior es una de las carnadas que
em-plea para "pescar marranos"
en seco y para confirmar su universal
fama de buscalavida, EL PAISA, antioqueño!
"El paisa" ejecuta todos los
deicios y ejerce todas las prdeesiones
lícitas e ilícitas habidas
y por haber, y nunca, por ningún
motivo, echa pie atrás ante ninguna
dificultad. ¡Es capaz de llevar
a cabo una operación de alta cirugía
a dedo limpio o enseñarle japonés
a una lora... vieja!
A nada que le propongan dice que no. Si
está varado y lee en un diario
que se necesita un técnico en fabricación
de telas de seda, se presenta como el
as sobre la materia, y hasta agrega: -Vea,
pues hermano...¡Y si le escasean
los gusanos de seda, no se afane por tan
poco, que también le jalo ... a
eso! Y con seguridad si se lo propone
o se lo proponen, al rato estará
produciendo, ¡quién sabe
con qué parte del cuerpo, pero
en todo caso produciendo seda, seda vegetal,
o animal o química, y... legítima!
"El paisa" nació para
"hacer plata" sin hacer nada
o haciendo las cosas más raras
del mundo. ¡Qué imaginación,
qué audacia, qué chispa,
qué frescura la que se carga el
más típico de los colombianos,
el más excepcional de los suramericanos,
el más marrullero de los antioqueños!
"El paisa" es un producto exclusivo
de Antioquia, la que tiene por capital
departamental a Medellín, y, para
despistar, por capital nacional a Bogotá,
y por capital continental o mundial, la
ciudad del pueblo, la aldea o el ventorro
donde cualquier pareja de "paisas"
se haya asociado para explotar un observatorio
astronómico portátil, o
para adivinar la suerte bajo la razón
social de "Abdul y Alí Baba,
fakires orientales"...
Mientras el antioqueño, propiamente
dicho, llega a ser presidente de la república,
o gerente, o dueño de "medio
Bogotá", digamos, y primate
en el comercio, en la industria, en la
banca, "el paisa", indefectiblemente,
llega a ser el más "perro",
el más ladino, el más entrador
de los antioqueños que pueblan
el mundo! Su máxima aspiración
en la vida es no tener que trabajar...
en nada fijo. Jamás pide limosna.
Sus armas predilectas son la barbera y
la labia. La segunda le sirve de llave,
de ganzúa, de escalera, de palanca,
de ascensor y de comida, de bebida, de
posada y de potrero...Con la barbera se
defiende, ataca, amenaza se abre campo
y, si se le ocurre, abre un salón
de peluquería y hasta un salón
de belleza, a la vuelta de cualquier esquina,
o en despoblado..."El paisa"
todo lo vende, lo cambalachea todo, lo
juega todo, todo lo "quema",
menos la navaja de barba. Y recorre todos
los caminos del mundo cantando, "descrestando",
envolatando a media humanidad y echándose
al hombro a la otra media a punta de exageraciones,
de dichos y de cachos... ¡También
acompaña todos los sepelios...antioqueños!
Siempre anda limpio, pues lo que coge
se lo bebe en aguardiente, o lo juega
a los dados, o lo invierte en un negocio...ambulante.
Nunca se acuesta sin haber comido..."de
gorra", y casi siempre está
"amanecido". Alegre, vivaz,
"perdido", avispado, azaroso,
locuaz, "tigre gallinero" para
las mujeres, una "lanza" para
atrapar el centavo, la "mar de fiera",
para los tratos, les vemos vendiendo específicos
contra todas las enfermedades, contra
las mordeduras todas, sobre una mesa desvencijada
en las plazas de mercado, o inventando
jugarretas de toda laya para desplumar
a los encantos y los más listos
durante las ferias pueblerinas, o armando
gresca en todas partes, o recitando en
las trastiendas, o sableando a los paisanos
o a los ...zoquetes, o echando piropos
a diestra y siniestra, o vendiendo "micas"
a domicilio... ¡En todo caso, siempre
está en actividad!
Como los antioqueños son tan unidos
y en ninguna parte del mundo falta, uno
"establecido", cuando un "paisa"
llega al Polo Norte, o a la Cochinchina,
o a Faca, lo primero que hace es averiguar
dónde vive el antioqueño,
y segundos después comienza a actuar:
-¡Eh, Ave María!...Pero ah,
lindo que te está ventiando por
aquí, no?... No me digás,
hermano...Pero qué bien surtidito
tenés el chuzo!...-Se hace lo que
se puede...-El corazón sí
me decía de Medeyín qu'este
era mi patio Hijuel diablo pa güeno!...
-Y vos quién sos?- ¿Pero
no ti acordás, hombre?... Pues
Muñoz Jaramiyo, de los nacidos
en el marco e la plaza de Berrío,
primo del dotor Jaramiyo, el mejor médico
que ha dao Antioquia, pa que sepás!¿Ti
acordás? Pues el sobrino de Esteban,
de mi tío Esteban, el que le jala
hasta dormido hasta las finanzas!... -Cómo
no hombre, si yo también soy Jaramiyo,
por parte de madre... Hasta parientes
seremos con vos...Bueno, ¿y a qué
vinítes para aquí?...
-A buscar trabajo, hermano... Si querés
t'echo la historia...Pero pa qué
vamos a perder el tiempo si ya sabés
que somos de los mismos, mijo...Y en esa
forma "el paisa" queda instalado
en el pueblo, y después de "hacer
plata" al amparo de su "pariente",
coge camino de la noche a la mañana
en busca de otro miembro de su parentela
del marco de la plaza de Berrío...
En materia de exageraciones, son incomparables.
Capítulos y capítulos podrían
escribirse al respecto. Anotaré
a vuela-máquina unos pocas, cogidas
al vuelo:Como en Antioquia no se desperdicia
nada y allá existe el culto de
las flores, los "vasos de noche"
una vez son dados de baja por su manifiesta
inutilidad debido a que se perforan con
los...años, son empleados para
sembrar geranios, los que se sacan a lucir
en los balcones o corredores, de las casas
campesinas. "El paisa", para
exaltar de paso esta antioqueñísima
costumbre popular, dice, al hablar, por
ejemplo, del General Ospina: -¡Era
más antioqueño que un geranio
sembrao en una vaciniya! Para denotar
que un hombre es demasiado amigo de ganar
dinero, agrega: -Este es capaz de morirse,
pa poder alquilar la casa... Para ponderar
lo difícil de una empresa colombiana:
-Es más fácil sacar una
"guaca" en el aire!... Para
expresar lo arruinado que está
el comerciante fulano: -¡Conozca!...
¡Está más quebrao
que una carga de canela!... Cuando la
vida en un pueblo es muy "jarta"?:
-Allá se aburre uno hasta besando
a la novia... Para describir al que le
saca "música" a todo:
-¡Este es capaz de sacarle capul
a una calavera!... Para "retratar"
lo ladrón que es cualquiera: -¡Este
carga secante pa podése robar hasta
las manchas de tinta!... Cuando alguien
tiene una "lora" en una pierna
y quiere encarecerle que se cuide mucho,
se lo dice así: -¡Esta es
de las tragonas!...¡Es pior que
la llaga de Merejo, que se comía
hasta las patas... de la cama!
En cuanto a cuentos, "el paisa"
es inagotable. Va éste, que podría
titularse "en vía dos mandaos":
Una vez un "paisa" dizque inventó
un tónico para rejuvenecer y se
fue a pueblearlo y a escampar matrimonio,
de paso... La mujer era muy celosa y un
día le cayó sin avisarle
a Armenia, donde a la sazón "el
paisa" tonificaba a la gente... Estaba
en plena perorata de propaganda con la
recién llegada costilla al lado,
cuando para mal de sus pecados llegó
una bella muchacha con un primoroso chiquillo
en brazos y apenas lo vio le tendió
los brazos (uno, porque de haber sido
ambos, cómo habría sido
el "costalazo del mocoso!...), a
tiempo que exclamó: -Oye mijo,
qués la cosa que no venís
a darme tu abrazo!... Oír la otra,
la anterior frase comprometedora y "prender"
al descarao ése, fue cosa de ya!
Sin embargo, éste no sólo
desconcertó, sino que aprovechó
la oportunidad para hacerle propaganda
a su brevaje! En efecto, muy campante
se disculpó en público de
la siguiente manera, dirigiéndose
a su cara mitad:
-Pero qué te tás creyendo,
"mi reina"!... Vení te
doy un beso, pa que no siás mal
pensada... Ave María, si ella es
mi mamá... Fue que se tomó
un frasco de mi tónico, y ái
la tenés en sus quince!... - Y
el alepruz ése, quién es?...-interrogó
la "reina" refiriéndose
al niño- ¿Vaya pues... Ese?...
Pues ese... adivinalo vos, que sos tan
sabida!... Hijuel diablo, ese es...mi
padre, que se "jartó"
dos frascos!...
En materia de disculpas "el paisa"
se agarra de una zarza ardiendo: En una
ocasión llegó un "paisa"
a pedir posada en una casa situada a la
orilla de un camino y donde no había
sino una alcoba y un zarzo, al cual se
subía por una escalera muy empinada,
casa donde habitaba con su bravísimo
padre, una bella muchacha por la que el
paisa echaba la baba... El viejo con precaución
elemental hizo acostar a su hija en el
zarzo, el tendió su cama al pie
de la escalera, y al "paisa"
lo acostó en la alcoba... Por ahí
a la madrugada el viejo sintió
un ruido bastante sospechoso en la parte
alta de la escalera, encendió rápidamente
un fósforo, vio al "paisa"
que ya se iba a colar al zarzo, y le metió
un berrido: -¿Qué hacés
allá trepao, so maldito? Y "el
paisa" le contestó en son
de disculpa y restregándose los
ojos como si estuviera medio dormido:
-¡Nada, papacito...jué que
rodé...escaleras arriba!... Una
vez un hacendado vallecaucano quiso "dárselas"
delante de un "paisa", y al
efecto le aseguró que la fertilidad
de su tierra era tal, que se sembraba,
por ejemplo, una lechuga en cualquier
parte, y a los tres días el ganado
podía escampar sol debajo de las
hojas... -Eso no es nada- respondió
"el paisa" en mi finca la tierra
es tan fértil, que por la mañana
se siembra una mata de lino, y ya por
la tarde se cogen las docenas de...calzoncillos
hilvanados y con botones!...
"El paisa" es el tipo que revira
con mayor rapidez y eficacia: Uno de los
numerosísimos sobrinos de don Fabio
Restrepo, es de temperamento más
"paisa" que el diablo. ¿Camilo?...
¿Lope?.... Mario?... ¿Uno
de los otros 87?... ¡Entre el diablo
y escoja! Lo cierto es que uno de éstos
estaba empinando el codo (¡cómo
no, que ahoritica lo identifican!...)
con un glaxo medio agresivo y cobardón
y quien al fin se animó a lo que
los antioqueños llaman "arriársela"
pero en tono menor: -Ala, mi chico querido.
La acústica de "nuestra"
Catedral es tan fantástica, que
si yo entro y digo en voz alta: tu mamá!,
a la media hora todavía el eco
está repitiendo: mamá, mamá!...-
Eh, hombre, no siás...(censurado
el ajo...) ¡Pa acústica,
la de la Catedral de Manizales! Allá
te parás en la puerta, te quitás
el sombrero, repetís lo que ya
dijiste, y al momento el eco te responde,
por si acaso: ¡LA TUYA!... Que "el
paisa" no descuida ocasión
de hacer o, al menos, de proponer un negocio
bueno... para él, queda demostrado
con patente:
Una vez un "paisa" se había
quedado rendido de cansancio, de hambre
y de frío en un páramo por
demás desolado y ya comenzaba a
sentir con la innecesaria carraqueadera
los primeros síntomas de la mortal
congelación, cuando acertó
pasar por ahí un señor,
caballero en una mula santandereana de
setecientos pesos. Compadecido éste
del pobre y entelerido "paisa",
lo subió en ancas de su cabalgadura,
le dio varios tragos de aguardiente de
contrabando (que es el mejor), lo puso
a fumar, le anfitrionó una pierna
de gallina y hasta le pasó su bufanda
para que no se fuera a resfriar... Había
caminado como dos kilómetros e
iba el señor haciendo el gasto
de la charla cuando "el paisa"
lo interrumpió y, como la cosa
más natural del mundo, le dijo:
-Bueno hermano...Y hablando de nuestro
negocio, dígame: ¿Cuánto
voy ganando yo aquí trepao?...
Y va una anécdota histórica
y que demuestra hasta dónde "el
paisa" es de confianzudo y "fresco":
En una ocasión llegó Jorge
Gartner, que a la sazón era Ministro
de Gobierno de la administración
Santos, a visitar una guarnición
de policía de Manizales. Estaba
de centinela del cuartel un clásico
"paisa", quien aprovechando
que no había por ahí un
superior se había sentado con el
fusil entre las piernas a tomar...el sol.
Verlo el ministro en semejante posición
y llamarlo al orden airadamente fue cuestión
de segundos. "El paisa" sin
desconectarse le dijo: -Déje la
bulla, hombre!...y usted quién
es?- Yo soy el Ministro de Gobierno, y
usted debe hacerme los honores de reglamento!
Levántese y cuádrese! Y
entonces "el paisa" sin cambiar
de posición ni dársele nada,
le contestó: -¿Ministro
de Gobierno?...¿Buen puesto el
del amigo, noo?...
Finalmente, "el paisa" no puede
convenir con que en cualqueir parte del
mundo haya algo mejor o más alto
que en su tierra... de nacimiento...Un
grupo tomó a su servicio por pocas
horas a un "paisa", y aprovechó
la oportunidad para hacerle propaganda
a los "rascacielos" de Nueva
York. Después de que le aseguró
que había uno tan alto que para
llegar al último piso se gastaban
tres horas en ascensor ultrarrápido,
"el paisa" le hizo creer que
eso era nada, pues: -En mi tierra hay
un edificio tan alto, que una vez se conocieron
en el último piso un antioqueño
y una gringa, se enamoraron al momento,
se casaron al momento, y al momento resolvieron
tirarse de cabeza y cuando llegaron abajo...!Ya
tenían un par de mellizos!...
Sábado, Bogotá 20 de noviembre
de1943.
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Fidel
Torres González (Mario
Ibero)
Más conocido como Mario Ibero,
comenzó sus andanzas en Zipaquirá,
en 1898. Poeta, político y periodista,
trabajó en El Espectador entre
1923 y 1927, y luego en El Tiempo entre
1927 y 1929. Sus crónicas de El
Tiempo sobre el revolcón político
de 1930 fueron recogidas en el tomo "Andanzas
de Mario Ibero". Con este seudónimo
también publicó populares
series de prototipos colombianos y de
bandidos famosos en el semanario Sábado,
en los años cuarenta.
Alternó el periodismo con la vida
de funcionario público y ocupó
cargos como el de concejal de Zipaquirá,
inspector general de la policía
y representante a la Cámara.